En España, el ámbito laboral se rige por una variedad de contratos que definen las relaciones entre empleadores y empleados. Estos contratos, diseñados para cubrir diversas necesidades, presentan características específicas que regulan los derechos y obligaciones tanto de los trabajadores como de las empresas. Si quiere saber más al respecto, siga leyendo este artículo que hemos preparado desde el bufete de abogados Carlos Castro en Santiago de Compostela, donde nos explayaremos en profundidad sobre los distintos contratos laborales existentes en España, analizando sus particularidades más destacadas.
Tipos de contratos laborales en España
Desde contratos indefinidos hasta contratos temporales, pasando por modalidades específicas como el contrato de formación o el contrato a tiempo parcial, el panorama laboral en España ofrece una gama diversa de acuerdos contractuales. Vamos a explayarnos más:
Contrato indefinido
La clave de este contrato es que no tiene una fecha de finalización específica. Los contratos indefinidos pueden ser tanto a jornada completa como a jornada parcial y ofrecen mayor estabilidad, confianza y tranquilidad a los empleados. Así mismo, proporciona beneficios más completos en temas como indemnizaciones por despido, vacaciones pagadas, beneficios de seguridad social, etcétera.
Contrato temporal
Como su propio nombre indica, este contrato se distingue del indefinido por contar con un plazo definido y específico. Se extingue una vez alcanza la fecha de finalización acordada o la finalización de la tarea para la que fue contratado. En algunos casos, puede ser renovado si ambas partes están de acuerdo.
Dentro de esta categoría podemos diferenciar tres subgrupos: contrato por obra y servicio determinados, contrato eventual por circunstancias de la producción y contrato de interinidad.
Contrato para la formación y aprendizaje
Este contrato está dirigido a personas que buscan adquirir habilidades específicas en un concreto entorno laboral. Tiene por objeto la cualificación profesional de los trabajadores en un régimen de alternancia de actividad laboral retribuida en una empresa con actividad formativa. El trabajador debe estar en posesión de título universitario o de formación profesional de grado medio o superior o de títulos oficialmente reconocidos como equivalentes.
En líneas generales, los contratos de formación suelen implicar un salario inferior al de los empleados fijos, ya que se considera que son trabajadores en etapa de aprendizaje.
Contrato en prácticas
Similar al contrato de formación, con una duración determinada y generalmente más corta, y está dirigido a personas que han completado sus estudios y buscan adquirir experiencia en un campo laboral específico, y que dicha experiencia complemente los estudios cursados.
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