El traslado laboral es una situación que puede tener un impacto en muchos empleados, ya sea por elección propia o por imposición de la empresa. En este texto, explicaremos cuáles son los derechos y responsabilidades como empleado ante un cambio de posición laboral, así como las opciones legales disponibles si no está de acuerdo con dicha situación.
¿Qué implica un cambio de puesto de trabajo?
El cambio de puesto de trabajo implica una modificación en las funciones o tareas que un empleado realiza dentro de una empresa. Este cambio puede ser temporal o permanente, y puede implicar una promoción, un descenso o simplemente una variación en las actividades realizadas.
Existen diversas causas para el cambio de puesto de trabajo, como la reorganización empresarial, la adaptación a las necesidades del mercado, la mejora del rendimiento, la prevención de riesgos laborales o la satisfacción del empleado.
¿Qué tipos de cambios de puesto de trabajo existen?
De acuerdo con la legislación laboral en España, hay dos tipos de cambios de puesto de trabajo: la movilidad funcional y la modificación sustancial de las condiciones laborales.
La movilidad funcional implica el cambio de posición dentro del mismo grupo profesional o que no requiere una cualificación profesional diferente. Por ejemplo, cambiar de auxiliar administrativo a recepcionista. La empresa puede llevar a cabo este tipo de cambio sin necesidad de justificarlo ni comunicarlo previamente al empleado, siempre y cuando se respeten su dignidad y su nivel de formación.
La modificación sustancial de las condiciones laborales implica un cambio de puesto de trabajo que supone una alteración significativa en las funciones, el horario, el salario, el lugar o la jornada del empleado. Por ejemplo, cambiar de jefe de departamento a técnico. Este tipo de cambio debe estar motivado por razones económicas, técnicas, organizativas o productivas, y la empresa debe notificar al empleado con al menos 15 días de antelación.
¿Cuáles son los derechos del empleado ante un cambio de puesto de trabajo?
El empleado tiene el derecho de conocer las razones detrás del cambio de puesto de trabajo y de recibir una formación adecuada para desempeñar su nueva posición. Además, si el cambio implica una promoción o un descenso en su categoría profesional o salario, tiene derecho a que se le reconozca y se le pague la diferencia correspondiente.
Si el empleado no está de acuerdo con el cambio de puesto de trabajo, puede impugnarlo ante los tribunales laborales en un plazo de 20 días hábiles a partir de la comunicación recibida. También puede solicitar el fin del contrato con una indemnización equivalente a 20 días por año trabajado, con un máximo de 9 meses. Para ello es mejor contra con los servicios de un abogado laboralista como Carlos Castro Álvarez.
Es importante conocer los derechos y responsabilidades que surgen en estas circunstancias, actuar de acuerdo con la ley y el diálogo y buscar el asesoramiento legal pertinente para despejar cualquier duda. Puede contactar con nuestro despacho de abogados en Santiago para cualquier consulta relacionada.